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lunes, 14 de mayo de 2012

Carrot cake con frosting de limón (o tarta de zanahoria de toda la vida)




Mi primera tarta de zanahoria y todo un éxito. La verdad es que mucho mérito no tiene sabiendo que la receta parte de donde parte: Food and Cook. Cualquier cosa que he hecho siguiendo los pasos ha dado un resultado estupendo, pero puedo decir que su "carrot cake" se ha posicionado en el "top 3" de mis recetas.
Consejos para quienes quieran seguir la estela y convertirse en fans de la zanahoria: el frosting está mejor después de unas horas en la nevera. Recomiendo rellenar el bizcocho con él también porque le aporta más jugosidad.
En cuanto al bizcocho, yo lo he hecho en dos moldes (iguales) para no tener que partirlo por la mitad (que soy un poco torpe).
Allá vamos! Me he permitido unas variaciones mínimas (como el toque de limón en el frosting, el cambio de nueces pecanas por las de macadamia y unas especias más).


Ingredientes:
100 grs de nueces de macadamia molidas
340 grs de zanahorias ralladas
200 grs de harina bizcochona o de repostería
80 grs de harina integral
4 huevos grandes
200 grs de azúcar caster (blanco fino)
100 grs de azúcar moreno
240 ml de aceite de girasol
3 rodajas de piña natural en trocitos
2 cdtas. esencia de vainilla
1 cdta. bicarbonato
2 cdtas. de levadura en polvo
1/2 cdta. de sal
2 cdtas de canela
La puntita de la cucharilla de café de jengibre
La puntita de la cucharilla de café de nuez moscada

Para el frosting de limón:
300 grs de queso crema (tipo Philadelphia)
250 grs de azúcar glass
50 grs de mantequilla en pomada
300 ml de nata líquida de postres
ralladura de un limón
4 cdtas. de zumo de limón

Empezamos por el bizcocho y para ello precalentamos el horno a 180º, calor arriba y abajo.
En un bol ponemos la harina, el bicarbonato, la levadura, la sal, la canela, el jengibre y la nuez moscada. Mezclamos bien y reservamos. Para evitar problemas con la levadura, si hace mucho calor en la cocina, haced esta mezcla y dejadla reservada en un sitio más fresco o en el salón, por ejemplo.
Nos vamos con los ingredientes húmedos. Batimos los huevos con el azúcar (tanto el blanco como el moreno) hasta que la masa nos quede con burbujitas y más clarita (al llevar también el azúcar moreno es difícil que os quede tan blanquecino). En este punto añadimos el aceite poco a poco y la esencia de vainilla. Integramos bien.
A continuación vertemos sobre el bol de la harina, levadura, bicarbonato, sal y especias, la mezcla de los ingredientes húmedos y removemos bien. Después le agregamos la zanahoria rallada y la piña cortada en daditos muy pequeños.
Engrasamos los moldes (si lo hacemos en un único molde, la masa tendrá que estar en el horno por espacio de 1 hora), y vertemos mitad y mitad en ellos. Los llevamos al horno donde permanecerán a 180º durante 30 minutos aproximadamente. Ojo, ya sabéis que cada horno es un mundo.
Dejamos enfriar los bizcochos y es el momento para preparar el frosting. Para que la nata monte bien es importante que esté muy fría, recién sacada del frigo. No es por hacer publicidad, pero aquélla que tenga más de un 35% de materia grasa montará mejor (por ejemplo, la de la Central Lechera Asturiana).
Empezamos por darle a las varillas. En un cuenco (a ser posible frío) "montamos" la mantequilla con el queso crema. Añadimos el azúcar glass poco a poco, seguimos con las varillas hasta integrar, incorporamos la ralladura de limón y las cuatro cucharaditas de zumo de limón. Reservamos en el frigo.
En otro bol, también frío, montamos la nata hasta que tenga cuerpo.Esta nata la agregaremos a la mezcla de mantequilla y queso crema con cuidado al integrar para que no se nos licue demasiado.
Llega el momento de montar la tarta. Entre plancha y plancha de bizcocho (o bien partiendo horizontalmente por la mitad nuestro bizcocho único), echamos una parte del frosting. No os paseis que tiene que quedar para cubrir luego el bizcocho. Colocamos la otra parte del bizcocho (como si fuese un sandwich) y cubrimos con el resto de frosting de limón.
Llevamos al frigo al menos una hora, si podeis resistir la tentación, alguna más.... y a triunfar!




jueves, 19 de enero de 2012

Pie salado de carne y Guiness

Feliz Año!!!!
Por fin consigo centrarme un poco después de un mes de mudanza incluída. Los que hayan hecho una saben el infierno que significa. Aún debo hacerme a la nueva cocina, la nueva casa, la nueva luz... y a que, de momento, no tengo internet.
Esa es mi excusa (buena, eh?) para argumentar la falta de movimiento bloguero por mi parte y que llegue un pelín tarde (solo una horica y media) de la fecha de publicación del reto Whole Kitchen de enero.


Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de enero nos invita a preparar un clásico de la cocina británica: Pie Británico

La verdad es que es un ideón esto del pie. Lo puedes rellenar de lo que te venga en gana (dulce, salado o mediopensionista). Es fácil y da buenos resultados. Eso sí, a la hora de meterle el tenedor, se desmorona un poco... pero como estamos en familia, es lo de menos ¿verdad?.
Vamos con la receta. Tengo que decir que, en mi caso, los tiempos han sido más cortos que en la receta original. Así que mi conclusión es que cada horno es un mundo y cada pie también. Este es el mío. ¿Gustas?



Ingredientes:
250 grs de carne picada mixta (vacuno y cerdo)
2 zanahorias
1/2 cebolla
romero y tomillo
1/2 lata de cerveza Guiness
1 vasito de caldo de carne
1 cucharadita de mostaza
2 cucharaditas de salsa pesto
unas tiras de pimiento asado
mantequilla (tamaño de una nuez)
sal
pimienta
ajo rallado
queso rallado
2 planchas de hojaldre
1 huevo batido para pincelar

Empezamos pochando la cebolla en el aceite. Intentemos que no se queme. Llegados a ese punto, echamos el ajito, le damos un meneo y le incorporamos la zanahoria y el pimiento asado. Es el momento de añadir la carne.
El fuego está fuerte... me gusta así. Que la carne se asuste un poco y tome color. Cuando esto ocurra, añadimos el romero y el tomillo, la sal y la pimienta y la mantequilla. También el pesto y la mostaza. Le damos vueltas y cuando la mantequilla esté derretida es el momento de echar la media lata de Guiness. La otra mitad nos la bebemos. Este último es un paso básico en la receta ;)
El fuego está fuerte y hará que el alcohol se evapore (el aroma y sabor que aporta la Guiness es estupendo: pelin amargo). Es el momento de añadir el caldito de carne. Dejamos que haga chop chop hasta que el líquido desaparezca, apagamos el fuego y aún caliente le añadimos el queso rallado. Removemos y reservamos.
El horno debe estar precalentado a 180º. En un molde colocamos la primera placa de hojaldre. La pegamos bien a los bordes, y en los de arriba, los que van a ir sellados con la placa superior de hojaldre, los barnizamos con el huevo batido. Así sellará mejor.
Vertemos sobre el hojaldre nuestro relleno de carne, tapamos con la otra plancha de hojaldre sobre la que habremos hecho unos cortes (para que ventile y se haga mejor)y volvemos a pincelar con huevo.
Lo metemos al horno, en mi caso 40 minutos, y listo.
Ya tenemos nuestro pie salado!