Un poema de Carlos Drummond de Andrade que me gusta hace mucho y apareció hoy, marcado con un papel amarillo (suena dramático, ya se, pero el papel amarillo es una entrada de la liga del sur de hace al menos veinte años, supongo que de algún partido de Villa Mitre).
DESTRUCCIÓN
Los amantes se aman cruelmente
y con tanto amarse no se ven.
Uno se besa en el otro, reflejado.
¿Dos amantes qué son? Dos enemigos.
Los amantes son niños estropeados
por el mimo de amar: y no piensan
cuánto se pulverizan en el unirse
y cómo lo que era mundo vuelve a nada.
Nada, nadie. Amor, puro fantasma
que levemente los lleva, como la serpiente
se imprime en el recuerdo de su rastro.
Y quedan mordidos para siempre.
Dejan de existir, pero lo existido
continúa doliendo eternamente.
Carlos Drummond de Andrade, de Lección de cosas (1962)