miércoles, 18 de enero de 2012

Experimentos

 ¿Cómo influyen nuestros hábitos diarios sobre nuestros modos posibles de estar entre las cosas,
de interactuar con ellas? ¿como modifican la atmósfera afectiva que nos rodea?
El tiempo que pasamos sentados, el tiempo al aire libre, el tiempo de encierro, las cosas que compramos
el tono de voz con el que hablamos, y el tono con el que nos hablan, la televisión prendida, la cantidad
de veces que chequeamos emails, las horas de sueño, la comida que elegimos, la posibilidad de trabajar
a diario con las manos...
Cuántas de éstas cosas se pueden variar y cuáles de ellas supondrían formas nuevas de libertad
o de expansión para algunos, y formas de cansancio u opresión para otros?
Se me ocurre que uno podría comenzar a experimentar conscientemente con algunas de estas variables
(se me ocurre también, que ya llevo algunos años experimentando inconscientemente con varias de ellas)
y ver qué pasa. 
Apropiarse un poco más de lo que damos por sentado. Sacudir lo que suele estar quieto.
Y ver qué pasa.



miércoles, 12 de octubre de 2011

Estaciones

Te plantaron, sin mas.
Ni te regaron ni te dieron sol.
Pero creciste
Y ni las tormentas con granizo ya te hacen daño...
 Mírate y vuelve a ser primavera.

viernes, 15 de julio de 2011

Asocaciones libres

Anoche soñé que compraba un terreno en medio de la nada en el monte, con una casa y un río.
En el sueño, me preguntaba cómo iba a hacer para viajar a distintos lugares para
cumplir con mis obligaciones laborales.
De día me pregunto, qué indica el sueño.
De qué quiero escaparme? De donde vivo? De esta suceción incansable de acontecimientos
que requieren arreglo y respuesta?
Del no reconocerme en ciertas prácticas y espacios?
De cierta gente que no quiero cruzar?
A qué quiero acercarme? A una vida calma, serena, simple, sin vecinos, con pájaros y zorros?
A una vida de viento, tierra y agua?
O era acaso el terreno que compraba anoche un espacio mental que debo cuidar y proteger nuevamente?
Un espacio abierto para las ideas y sensaciones, una cabeza distinta a la cual poder volver
despues de la  inmersión cotidiana en el mundo revuelto del trabajo.

miércoles, 13 de julio de 2011

Ver o no ver

Como en la imágenes de la Gestalt, de pronto uno ve las cosas de modo estético
y percibe que son buenas.
La luz entrando por las ventanas y manchando las paredes,
el gusto del té, algunas imágenes de una película reciente, la última página del libro que
estamos leyendo. 
O no lo ve y el día se torna opaco.
Quizás, por otro tipo de razones, un día bueno pero opaco.
Pero de qué depende ese ver o no ver?
No de los estímulos que nos rodean, ni del estado de ánimo, ni de la voluntad, ni del aprendizaje...
Al menos no enteramente.
Aunque es cierto, a su vez, que parece haber algo de habilidad aprendida
en este ver de modo estético que la práctica, mejora y perfecciona
y que el buen ánimo,
cierta intención cuidadosa, y una buena elección de estímulos ayudan.
Pero nada de esto explica del todo esa capacidad fluctuante.
Es un modo distinto de estar entre las cosas.
Pero de qué depende?

jueves, 23 de junio de 2011

Revisiòn

" Se adormeciò porque alguna cosa no serìa jamàs alcanzado
con los ojos abiertos" 
( La araña, Clarice Lispector)

Necesito otra cosa, pero cuàl?
Abrir lo que està cerrado.
Salir, tomar distancia.
Verlo todo de nuevo, pero desde
otro lado.
Salir de viaje quizàs?
Algo de montaña, algo de mar
yendo y viniendo?
Tal vez dormir hasta
que el sueño 
me deje
algun indicio.

martes, 21 de junio de 2011

Desmesura

Esta avidéz del mundo algunas tardes.
Querer vivirlo todo antes de que acabe el día la semana o el mes.
Querer vivir con orden y a la vez con desmesura.
Jugar con mi perra, descansar a su lado, acariciarla.
Leer mil libros, ver 5 o 6 películas que me debo.
Encontrar un regalo bonito para alguien especial.
Ordenar mis cajones.
Viajar al mar, a la montaña, a la ciudad.
Tomar un té, unos mates.
Avistar pájaros.
Visitar bibliotecas, viveros, mercados de frutos, ferias artesanales, cactusarios, librerías.
Pensar esas ideas que recien despuntan, pulirlas, mejorarlas, pintarlas, escribirlas.
Leer los blogs de nuestra gente amada, mandar postales con palabras bonitas en mi
lenguaje y en miles también.
Cenar con gente interesante, en algún lugar de luces calmas.
Volver a sentir el cuerpo libre y fuerte.
Vivir con alegría. Vivir cuidando lo que debe ser cuidado.
Vivir con calma.
Querer hacerlo todo antes que acabe el día, la semana o el mes.
Saber que no es posible y elegir alguna actividad modesta:
Recuperar viejos pinceles, leer algunas páginas, tomar té,
y andar en bicicleta anter que llegue la tardecita.

Solsticio




Llévame, llévame, llévame

Y secuéstrame en lo eterno

( Luna, oleaje, pez, marea )

Viento de la luz de Junio.

viernes, 17 de junio de 2011

Desafìos...para mirar



Los adultos necesitamos desafíos a la imaginación que nos muevan, que nos despierten, que nos coloreen por dentro. 
A menudo nos hace mucha falta una buena excusa para tomarnos un par de horas solo para nosotros y nada suena mejor que "Estoy trabajando en un proyecto y tengo una asignación. Regreso más tarde".
Es como aire fresco! Date una oportunidad. 
No tengas miedo.
No pospongas tu pasión y tus ganas de crear. 
Ejercita tu creatividad ahora, hoy, ya mismo. 
No esperes por un momento mejor. 
No hay momento mejor que este para aprender a mirar.

jueves, 16 de junio de 2011

El sombrero loco

A veces Alicia, a veces conejo, a veces sombrerero loco, pero siempre en el laberinto.
Por si alguien no lo tiene claro aún, me gustan los colores. sobre todo en invierno, cuando parece que los destierran de escaparates y vitrinas. vengan conmigo, azules, amarillos, todos. 
Los guardo a buen recaudo en mi cabeza y en mi corazón hasta que vuelva la primavera

lunes, 13 de junio de 2011

Miedos

Por otra parte, hay días en los que nos gana el desaliento,
nos miramos malhumorados, nos quejamos de nuestros límites,
y nos vamos a dormir sin cine, sin salida en pareja, sin nada.
Días en los que uno quiere volver para atrás, refugiarse un poco,
abrir las manos
y dejar caer con gusto,
los mil proyectos que hasta ahora
veníamos cuidando como a niños pequeños.
Y sin embargo, pese a ello, antes de dormir me recupero un poco,
- ¿hay mejor modo de evitar la caída?-
me comprometo con mantener toda esta compleja y frágil arquitectura en pie. 
Aunque  algunas noches mi monstruo me atemorice