HISTORIA DE LA ESCALADA EN ROCA (1980-1990s)
El “Libre-Limpio”, gracias a sus diversos impulsores, va esparciendo su semilla filosófica por todos los rincones de la cadena alpina. Pero los grandes sectores de placas (evitados desde antiguo por muchas de las rutas clásicas), comienzan a ser afrontadas sin complejos con la ayuda de los modernos spits, y con la de la mejor preparación psicológica que ha proporcionado el moderno entrenamiento.
De este modo se abren rutas como “Supertramp” al Grosser Bockmattliturm, o “Nostradamus” a la Aiguille de Pelerins. Esta última vía supuso la colocación de los dos primeros spits en el Macizo del Mont Blanc, perforados por Michel Piola, con la consiguiente marea de polémicas.
Supertramp
Nostradamus
Pero otra potente facción de escaladores da un nuevo paso adelante, confiados e ilusionados por lo anunciado, unos pocos años antes, por Walter Bonatti (“Es evidente que el imposible de ayer ha sido posible después, y que lo que hoy es insuperable, mañana se logrará”):
La ruta "Atraverso il Pesce"
Una cordada acercándose a la cueva del Pesce
Jndrich Sustr
Igor Koller, ya en los 90s
Nostradamus
Pero otra potente facción de escaladores da un nuevo paso adelante, confiados e ilusionados por lo anunciado, unos pocos años antes, por Walter Bonatti (“Es evidente que el imposible de ayer ha sido posible después, y que lo que hoy es insuperable, mañana se logrará”):
En 1981, los Checos Igor Koller y Jndrich Sustr abren desde abajo “Atraverso il Pesce” en la Parete d´Argento de la Marmolada (VII sup y A4), con salidas en libre, de muchos metros, partiendo desde ganchos y micropitones.
Jndrich Sustr durante la aperturaUna cordada acercándose a la cueva del Pesce
Jndrich Sustr
Igor Koller, ya en los 90s
Un año después, también en la Marmolada, la pareja formada por los ya conocidos Heinz Mariacher y Luisa Jovane (y tras su potente liberación de la ruta Hasse de la Roda di Vael - VIII inf), abren la ruta “Tempi Moderni” a la Punta di Roca. Itinerario escalado totalmente en libre y con dificultades que alcanzan el VI sup. en varias secciones, y un largo de VII sup.
Heinz Mariacher
La Tempi Moderni en azul, junto a la Vinatzer-Messner
Otras importantes rutas del momento en Alpes serán:
“Niemansland” (VII inf ) al Unterer Scusselkarturm (Wetterstein) a cargo de A. Gingelrainer y S. Beulke.
“Locker von Hocker” ( VII sup) al Schusselkarspitze, con fisureros y algún pitón, a cargo de Kurt Albert Wolfang Gullich.
Wolfgang Gullich y Kurt Albert
La Motorhead
Las placas de adherencia de El Dorado
O en la Marmolada Maurizio Giordani que, en compañía de Zenatti, aporta una de las más importantes rutas abiertas en estilo puro alpino hasta la fecha: la Via del Irreale, con numerosos largos de VI sup y VII. Mas adelante abre la ruta “Fortuna” en la Marmolada de Ombretta, o la “Futura” a la Punta di Roca, y repite en solo integral “Tempi Moderni”, y escala en solitario y en invierno la imponente y expuesta “Supermattita” de Manolo.
Algo parecido ocurre en la vertiente sur de las Kirchlispitzen, en el Ratikon. Su labrada y adherente caliza se prestará también para revolucionar el mundo de la dificultad en roca. Escaladores locales como Beat Kamerlander o Martin Scheel son los protagonistas, que colocan escasos spits anclados desde uñas (abriendo desde abajo), allí donde son estrictamente necesarios.
La Tempi Moderni en azul, junto a la Vinatzer-Messner
Otras importantes rutas del momento en Alpes serán:
“Niemansland” (VII inf ) al Unterer Scusselkarturm (Wetterstein) a cargo de A. Gingelrainer y S. Beulke.
“Locker von Hocker” ( VII sup) al Schusselkarspitze, con fisureros y algún pitón, a cargo de Kurt Albert Wolfang Gullich.
“Teresina” y “Spigolo S del Pilastro della Plote” Alpes di Carniche, ambas de Roberto Mazzilis.
“Satisfacción” a la enorme placconata de la Cima d´Ambiez, a cargo de E. Salvaterra y compañeros.
“Securité et Liberté” a la Punta Lepiney (Mont Blanc), con pasajes muy expuestos aunque con algún spit de protección, a cargo de Patrick Cordier y Eric Decamp.
“L´Elixir d´Astaroth” con 3 spits y “Voyage selon Guilliver” con 17 spits, abiertas por Piola, Steiner y Vogler, en la cara sureste del Gran Capucin, atravesando grandes sectores de placas en estilo parecido a la anterior (Con el establecimiento de este tipo de rutas en el Mont Blanc, bajo el principal impulso de Michel Piola, queda implantado el uso del spit como medio imprescindible para seguro, en principio puntual, para algunos largos de placas)
Michel Piola, es un potente escalador suizo que conjuga, en este momento, la tradición con las técnicas modernas, y con ello ofrece una serie de rutas que se podrían definir con la palabra: calidad. Belleza de resolución y gran nivel de dificultad, además de gran compromiso y exposición.
Michel Piola“Satisfacción” a la enorme placconata de la Cima d´Ambiez, a cargo de E. Salvaterra y compañeros.
“Securité et Liberté” a la Punta Lepiney (Mont Blanc), con pasajes muy expuestos aunque con algún spit de protección, a cargo de Patrick Cordier y Eric Decamp.
“L´Elixir d´Astaroth” con 3 spits y “Voyage selon Guilliver” con 17 spits, abiertas por Piola, Steiner y Vogler, en la cara sureste del Gran Capucin, atravesando grandes sectores de placas en estilo parecido a la anterior (Con el establecimiento de este tipo de rutas en el Mont Blanc, bajo el principal impulso de Michel Piola, queda implantado el uso del spit como medio imprescindible para seguro, en principio puntual, para algunos largos de placas)
Michel Piola, es un potente escalador suizo que conjuga, en este momento, la tradición con las técnicas modernas, y con ello ofrece una serie de rutas que se podrían definir con la palabra: calidad. Belleza de resolución y gran nivel de dificultad, además de gran compromiso y exposición.
Los hermanos Claude e Ives Remy, muy influidos por la escalada inglesa desde 1971, son también seguidores de este patrón establecido por Piola. Ambos siguen una trepidante trayectoria aperturista con gran ansia por descubrir nuevos sectores, aunque menores, para la escalada de dificultad. Su hacer pasa por equipar, reequipar y mantener todas sus rutas, con limpieza de los agarres e instalación descuelgues, y todo para ofrecer rutas de calidad (¿pioneros de las vías de autor?). Los mejores ejemplos de esta etapa inicial quizá se puedan encontrar en la pared de El Dorado, en el granito del Grimselpass, con rutas como “Metal Hurlant”, “Septumanía” o “Motorhead”. En años sucesivos sus aperturas serán casi ingentes.
Los RemyLa Motorhead
Las placas de adherencia de El Dorado
También en estos primeros 80s destacan grandes figuras para la escalada como son Renato Casarotto, y sus increíbles escaladas solitarias e invernales en roca a rutas como la Ratti-Vitalli de la Noire, la Gervasutti Bocalatte a la Gugliermina o el Pilar Freney.
O en la Marmolada Maurizio Giordani que, en compañía de Zenatti, aporta una de las más importantes rutas abiertas en estilo puro alpino hasta la fecha: la Via del Irreale, con numerosos largos de VI sup y VII. Mas adelante abre la ruta “Fortuna” en la Marmolada de Ombretta, o la “Futura” a la Punta di Roca, y repite en solo integral “Tempi Moderni”, y escala en solitario y en invierno la imponente y expuesta “Supermattita” de Manolo.
Maurizio Giordani
El trazado de la vía del Irreale
El trazado de la vía del Irreale
Pero será en el Wendestock donde se asiste a la más importante e influyente introducción de los conceptos de comodidad de la escalada deportiva, en el terreno alpino de alta montaña. Allí, en una caliza de gran calidad y gran ambiente, existía un buen grupo de rutas clásicas bastante olvidadas debido a su atareado y comprometido descenso.
Kaspar Ochsner
Son Kaspar Ochsner y Meter Lechner quienes equipan “Lupus”, y con ella una línea de rapeles para facilitar la bajada. La apertura se ha conseguido en estilo tradicional y es expuesta. Tras ella se inauguran una docena de rutas más de este estilo.
La excepcional caliza del WendestockAlgo parecido ocurre en la vertiente sur de las Kirchlispitzen, en el Ratikon. Su labrada y adherente caliza se prestará también para revolucionar el mundo de la dificultad en roca. Escaladores locales como Beat Kamerlander o Martin Scheel son los protagonistas, que colocan escasos spits anclados desde uñas (abriendo desde abajo), allí donde son estrictamente necesarios.
Como ejemplos tenemos la vía “Amarcord” de VI sup y VII. Se crean así verdaderas rutas para privilegiados, que no todo el mundo es capaz de escalar (a diferencia de las rutas de fisura, que tienden a ampliar su equipamiento y pueden ser superadas en artificial)
El Ratikon
Beat Kammerlander
Este sobrequipamiento suele hacerse con posterioridad a la apertura de un trazado, eliminando la precariedad encontrada la primera vez que se pasó por él. La introducción del taladro eléctrico es básica para llegar a este objetivo, ya que estos planteamientos serían rechazados de haberse tenido que hacer a mano.
Además, una nueva plaga de origen francés hace mella en la escalada clásica. El reequipamiento, entendido no como una mera restitución de los seguros obsoletos (restauración), sino como una sistemática sobreequipación con spits y más adelante con parabolts en todo tipo de itinerarios, incluso clásicos!!
Otro de los perniciosos efectos de la modernidad sobre la actividad es la comercialización que comienza a producirse a efectos de esponsores. Estar en la élite cuesta gran esfuerzo y dedicación, y eso es algo que ha de ser financiado.
Mariacher liberando la vía Atraverso dil Pesce
Maurizio Zanolla "Manolo" y compañeros compartiendo vivac en la cueva del Pesce, durante su liberación
Beat Kammerlander
En el macizo de Ossains Jean Michel Cambon, apasionado local, desarrolla una importante actividad aperturista bajo la más estricta tradición de la escalada en roca (aunque utilizando spit puntualmente). Rutas como “Pure d´ Astragale” a la Aiguille de Sialouze, “Dossier du Fauteuil” a la Sur de la Meije o “Aurora Nucleaire” al Pilar del Pic Sans Nom dan prueba de su buen hacer.
El VII grado comienza a ser algo normal y habitual entre los escaladores alpinos, incluso entre la élite es frecuente escalar ya el VIII, y rondando 1990 incluso el XIX.
Pero parece que el simple hecho de abrir una ruta no es suficiente para muchos de los activistas de la época, deseándose equipar líneas con mayor abundancia de seguros para así ofrecerlas a mayor numero de escaladores.
Este sobrequipamiento suele hacerse con posterioridad a la apertura de un trazado, eliminando la precariedad encontrada la primera vez que se pasó por él. La introducción del taladro eléctrico es básica para llegar a este objetivo, ya que estos planteamientos serían rechazados de haberse tenido que hacer a mano.
Además, una nueva plaga de origen francés hace mella en la escalada clásica. El reequipamiento, entendido no como una mera restitución de los seguros obsoletos (restauración), sino como una sistemática sobreequipación con spits y más adelante con parabolts en todo tipo de itinerarios, incluso clásicos!!
Otro de los perniciosos efectos de la modernidad sobre la actividad es la comercialización que comienza a producirse a efectos de esponsores. Estar en la élite cuesta gran esfuerzo y dedicación, y eso es algo que ha de ser financiado.
Mariacher liberando la vía Atraverso dil Pesce
Con todo esto se puede decir que la escalada en roca ha sufrido una transformación, y en la actualidad se ha creado una gran masa de consumidores de rutas prefabricadas. Eliminar el componente psicológico es devaluar la vivencia, y en consecuencia supone una vuelta a la artificialidad de la que ésta actividad, como hemos visto, se ha ido desembarazando a lo largo de sus mas de 100 años de historia.
Valores como seguridad, placer y comodidad, han ido sustituyendo silenciosamente a los verdaderos y fructíferos ofrecidos desde siempre por la escalada: corage, dominación personal, incógnita, superación, osadía e intuición. Todo ese cumulo de sensaciones que en el fondo nos brinda, a parte del privilegio de recorrer la más bella naturaleza de un modo respetuoso, una generosa puerta abierta a nuestro interior, así como un camino de construcción personal natural y absolutamente integro.
Maurizio Zanolla "Manolo" y compañeros compartiendo vivac en la cueva del Pesce, durante su liberación