Hoy quiero hablar de la última película que he visto en el cine, la fui a ver el miércoles y no he parado de pensar en ella. A mi me gustan muchos estilos de cine, puedo ir desde John Waters hasta Gus Van Sant pasando por cine super comercial o pelis absurdas. En realidad lo que me gusta de mis películas favoritas no es el estilo o el tipo de peli, lo que me gusta es que me hacen sentir cosas. No sé si "El árbol de la vida" pasará a ser de mis favoritas algún día, pero sí que sé que me ha impactado.
En realidad, "El árbol de la vida" es una película muy poco convencional, por cómo está contada la historia pero es una historia tan simple, como la vida misma.
Pero como este no es un blog de cine, vamos a la parte que nos toca. La película en sí es muy bonita y visualmente impresionante. Igual que en "Badlands", el director nos enseña unos paisajes preciosos y unos personajes impactantes, de aspecto frágil y atractivo, y te deja grabadas en la retina muchísimas imágenes.
Aquí arriba vemos a Jessica Chanstain en una de las imágenes más bonitas de "El árbol de la vida"
Pero dejando a un lado la fotografía de la peli, el argumento y todos los aspectos técnicos, otra cosa que me encantó fueron los interiores. Salen 3 casas diferentes, una en plenos años 50, otra ya en los 60 y una actual, las 3 dentro de su estilo son impresionantes, aunque si me quedo con alguna me quedo con la del medio:
De la casa de los 60 no he encontrado más fotos, pero si véis la película, atentos al salón de la imagen de aquí arriba, a las butacas butterfly que hay en el jardín, también intuí unas "diamond" en el jardín pero no estoy segura y por último la silla plywood de los Eames en un pasillo. Y de los ventanales que tiene la casa, ni hablo.
A continuación os dejo con imágenes de la película donde se ven los interiores de la casa de mitad de siglo, también muy bien conseguida y de un gusto exquisito.
Ayer leí, que el director ha grabado los interiores en casas reales y con iluminación natural 100%.
Y bueno, como me gustan las coincidencias, os cuento lo que me pasó al volver del cine. Llegué a casa y me había llegado un pedido de unos platos para una cosa de la que hablaré más adelante. Y son los siguientes 4:
Bien, son unos platos diseñados por el ilustrador Rob Ryan que contienen imágenes de la naturaleza y mensajes simples pero preciosos. Casi casi, el mismo mensaje que me transmitió "El árbol de la vida" y después de esto, llegué a la conclusión de que todo es mucho más simple de lo que creemos y que los problemas del mundo, nos los creamos nosotros mismos, ser feliz es fácil, pero nos complicamos la vida.
Reflexionad sobre esto mientras os deleitáis con más dibujos de Rob Ryan: