Óscar Málaga
por Rosina Valcárcel
En esta novela pocos
podremos distinguir si está leyendo una novela o viviendo sueños. La ciudad de
Lima subterránea, llena de poesía, advierte que en sus entrañas ocurren amores
que se extravían en la profundidad dramática de El Bosque del Olivar en San
Isidro, que criminales avezados, dejan una noche sus quehaceres asesinos para
que en esa oquedad gris y secreta, en el distrito de Barranco, compartir con su
madre un plato criollo. Que profesionales del cine sin materiales, calculan la
distancia y la luz para filmar, cada ángulo de su existencia porque están
construyendo en el aire, minuto a minuto un filme eterno. Y sucede una muerte.
Y la Lima nocturna se colma de pánico. La opera de Dulce diamante es el quinto libro de Óscar Málaga,
reconocido escritor brillante de la generación del 70.
La ópera de Dulce diamante (Summa, Lima-Perú, 2013) es una
novela diferente. Razones y génesis.
Óscar Málaga: La escribí en
Beijing durante el año 1993, cuando era profesor de la prestigiosa Universidad
de Comercio Internacional de Beijing y, además, representante de una
empresa española que me instaló una oficina con traductora y secretaria
privada. Casi la totalidad de esta novela la escribí ahí. Mis ingresos eran
bastante aceptables. En esas condiciones favorables la escribí.
Creo que soy naturalmente poeta. Es en esa naturaleza que nace mi
necesidad de encontrar siempre caminos nuevos para mi escritura. Enfrento la
escritura de una novela como si fuera un gran poema donde deberé de afinar el
oído para elaborar una música de frases largas, donde sus revelaciones se darán
en tiempos más extendidos, y donde la respiración gozará de mayor libertad. La
literatura, sea el género que sea, es naturalmente música. ES la música la que
permite que los significados lleguen al alma del lector. La buena literatura no
busca que el lector comprenda, en un acto racional, cada línea de la novela.
NO, la buena literatura invade, posee, controla al lector, lo pone en un estado
de gracia en el cual se establece una relación privilegiada entre la vida del
lector y la vida de la novela. La novela es entonces un puente donde
tienen una cita que no pueden rechazar y donde se van a encontrar el alma del
lector con el alma de la novela.
¿Novela negra o policial? Son los hechos
que impresionan más que los personajes, es deliberada esa intención?
OSCAR: Desde este escenario puedo
intentar una respuesta a tu primera pregunta. Solo me atrevo a escribir una
novela cuando ya he intuido una nueva forma de decir. Y no me gusta copiarme.
Cuando me siento a escribir una nueva novela vivo acosado por el terror y la
euforia. Porque si acepto escribirla se que lo que haré será diferente a todo
lo que he escrito, pero este ¨saber” no me asegura que podré hacerlo. ES
un reto que no controlo, cada mañana me despierto y lo primero que hago es
verificar en mi cerebro si tengo historia y maneras nuevas de decirlo, cuando
verifico que las tengo, entonces es un día feliz. Y trabajaré muchas horas
tocado por un placer maravilloso, lleno de una sensación de plenitud que ni el
amor ni sus infinitas maneras de hacerlo me han ofrecido. ES una sensación de
totalidad, de estar sincronizado con la eternidad. Pero si sucede lo contrario,
te despiertas y estás vacio, no tienes historia, no hay música, no descubre
mientras tomas un café pedacitos de eternidad en tu conversación. Entonces
entras en un gran infierno de donde tienes la seguridad no saldrás nunca, y
entonces los días son duros de vivir. Sin embargo creo que más son los días que
te despiertas luminoso y lleno de eternidad.
(EL primer capítulo confunde durante un momento al lector. Pero poco a
poco se va entrando y comprendiendo tu narrativa, además la tensión dramática
de ese capítulo sorprende al final).
Oscar
MI novela La ópera de Dulce diamante no es una novela
policial, tampoco una novela negra, creo que no es una clasificación literaria.
Sucede que en Paris, a cierto tipo de literatura que trataba de la vida en el
wild side de la ciudad, que sus héroes no eran tan héroes, donde circulaban
policías corruptos, escritores que habían perdido la fe y abandonaban la
máquina de escribir a cambio de las demoniacas y ricas botellas de bourbon,
novelas que no se correspondían con los estrictos cánones literarios franceses
y que venían como un aluvión de los EEUU, de sus grandes y caóticas ciudades,
empezaron a publicarlas en una colección de tapas negras y que se llamaba la
Serie Noire, Bueno, mi novela no es una novela negra. Mi novela es eso:
una novela. ES verdad que hay un crimen, un policía, una investigación y un
acusado, pero esto se presenta no como la capa más importante del texto, todo
contrario, es solo una manera de hilvanar en una red (la novela) a los
distintos personajes. DE hacerlos encontrarse. Creo que es una novela de
personajes, de la ciudad, de iniciación, donde cada personaje tiene y
desarrolla un conflicto, donde los personajes son seres que viven con gran intensidad
sus diferencias. Creo que mi novela es una novela sicológica de personajes. Y
que los hechos que narra suceden durante una investigación policial.
Hace diez años nació la idea de escribir La ópera de Dulce
diamante
Bueno, la idea nació caminando por los lados salvajes de la
ciudad de Beijing. Era una ciudad de huecos secretos, donde sonaba el
rock de los años 60 y los jóvenes discutían de literatura, de la vida, de
sus responsabilidades. Y así fui conociendo la literatura china y encontré una
fuente de paz y de alegría. LOS chinos no tienen miedo a lo fantástico, a los
excesos, a lo arbitrario. Por ejemplo, en una novela que es unas de las más
famosas en lengua china, Sueño en el Pabellón Rojo * y que se estudia para
conocer cómo funcionaba el mundo feudal, el protagonista, según la novela, nace
con un jade en la boca. Y esto a nadie le llama la atención. ES así. Y me puse
a leer literatura clásica china. Creo que esa es mi fuente de
inspiración. Lo que me impulsó a aceptar el proyecto que ya danzaba en mi
cerebro. La literatura, en especial la novela, debe de correr grandes
riegos y escapar a la pequeña realidad. La novela debe de ser explosiva,
poderosa, ir siempre más allá de la anécdota, más allá de lo real.
Tu capacidad de escribir poesía no se opone a que puedas lograr intensa
narrativa. Ello es un logro, es trabajo.
La literatura es una presencia que se impone en nuestras expectativas,
en nuestra vida cotidiana. YO no sé si es una fatalidad o una elección,
en todo caso yo nunca la elegí, yo la acepté. Y soy feliz de haberlo hecho. A
tu pregunta, creo que es un placer y un trabajo, porque quien tiene la
presencia de la literatura en su destino goza con cada frase que logra y sueña
con hacer la obra perfecta. Y eso, se sabe, solo se obtiene con un gran
trabajo, con una gran alegría y con un gran dolor. YO no he alcanzado ese nivel
creativo, Yo estoy caminando.
Tu novela ha sorprendido por su libertad creativa
Siempre pensé que la novela, en especial la escrita en español, perdió
libertad creativa después de la aparición de esa obra cumbre que es Don
Quijote de la Mancha. Desde entonces la literatura española no ha vuelto a
producir una obra de tan vasta humanidad y con tanto remedio para el alma. Jamás
obra literaria en español ha vuelto a alcanzar esa dimensión mítica, que
las enreda y las vuelve imprescindibles en el avance de lo humano. Jamás una
novela había logrado penetrar tanto en la historia de una comunidad. Y
modelarla. Novela sagrada, que leo y releo sin cesar, abriéndola en cualquier
página y dejándola, igual, en cualquier otra. El Quijote fue
la más audaz propuesta que un escritor hiciera a un lector. Uno, iba a
escribir sus delirios; el otro, a alimentarse de ellos. Y así fue. Y ese es el
triunfo del Quijote, de su inmensa capacidad creativa, de los
amplísimos márgenes de libertad que impuso su autor para escribir esa
novela.
En el mundo moderno el cine es una pasión que se atreve a vivir
sus sueños. Desde sus inicios sus planteamientos estéticos
han sido lo necesariamente maleables para ser infinitamente más audaz en
sus propuestas que la literatura. Y en el ámbito de la cultura en español el
cine tiene propuestas más audaces que las que propone la novela. Nunca he
entendido porque una novela no puede ser tan imaginativa y creadora como lo es
una buena o mala película.
Autores que han influido en tu narrativa y en la novela reciente
· Bueno La ópera
de Dulce diamante no es la última novela que he escrito. ES una de las
primeras. La escribí el año 1993, hace ya veinte años. LA última
corrección fue hace siete años. ¿Recuerdas? Desde hace tiempo esta es una
novela que tiene lectores fieles. Andrea Cabel se la llevó a Europa. Rosina
Valcárcel, Clara Nelson y Alessandra Tenorio fueron lectoras
ilusionadas y entusiasmadas, Ellas, más otros lectores de LA Opera…
me ayudaron en la corrección y mantuvieron mi fe de que iba a hallar
editor. Creo que es mi novela más ambiciosa. Sin dudar diría que es mi apuesta
literaria más arriesgada. Llegué a Beijing acompañado de varios libros. Eran de
autores que los había leído en los años 70 y que me habían impresionado:
Vonnegut, Pynchon, Brautigan, Adams. Quería releerlos en la calma terrible
de Beijing en esa época. Sabía que leyéndolos en esa ciudad otras serían
las palabras y la música que me descubrirían. Además, los leía al mismo
tiempo que devoraba literatura china, Liu Wen Fo, Su Tong, etc.
Así fue. Creo que un libro nos descubre misterios diferentes según la
ciudad y la edad en que lo lees. Esas fueron mis lecturas mientras escribía
la ÓPERA de Dulce Dimante.
Se te percibe un autor joven, con vitalidad singular pues llegas a
cautivar al lector
Creo que soy un narrador joven de mucha edad. Recién hace 25 anos que
escribo novelas. Bueno, el año 1978 escribí una en Paris, pero luego di por
“eternamente” cerrada la experiencia. Recién el año 1992 empecé a escribir
narrativa de manera continua. Creo que si lo que escribo puede capturar el
interés del lector, conversar con él, eso me basta, lo que deseo es que mi
novela pueda detener un instante existencial a una persona y en ese instante
conectarlo con un cierto sentimiento de felicidad.
Qué haces en Nueva Zelanda, cómo transcurre tu vida al lado de Xie Pei.
MI compañera Xie PEI, está dedicada al mundo de los negocios
internacionales, y pasa más tiempo viajando por el Asia que en casa. Llevamos
17 años de relación. Ella es la primera persona con la que discuto cada novela que
voy a escribir. Ella tiene la paciencia necesaria para soportar ese mes de una
locura obsesiva terrible que se desata en mí. UNA vez que empiezo a escribir
soy un loco silencioso y tranquilo. Ella es mi motor…y yo, soy el suyo. Estoy
dispuesto a responder a sus preguntas y dudas a cualquier hora, sea de día o de
noche, y sea que ella esté a mi lado o en alguna ciudad de Asia.
Nueva Zelanda es un lugar muy tranquilo, pero mi inglés es muy malo, lo leo,
pero hablarlo es una crisis permanente. Así que en realidad estamos siempre
juntos y viajamos mucho.
La filosofía y medicina oriental han gravitado en tu salud emocional y
física
Bueno, para mí ha sido
fundamental mi encuentro con el taoísmo, con las antiguas religiones indias,
aun las que se dieron antes de la invasión aria en el siglo lll, y con el
Tantra, EN ellas he hallado una gran claridad espiritual y métodos de
sanación efectivos. Soy un lector apasionado de todo lo que se refiera a esa
vasta área de conocimientos desarrollada en Asia que son sus sistemas de
sanación. Desde los diferentes tipos de masajes, las decenas de sistemas de
meditación, el uso de la respiración como método de curación, y hasta los
métodos tan particulares y reservados como los que propone el Tantra. Yo
sufro de párkinson leve, un síndrome degenerativo, pero mi inmersión en
estas prácticas orientales, en estas visiones del universo me han
permitido detener el avance de este síndrome Yo no sé si estas prácticas
me sanarán, desde la perspectiva occidental, pero lo que sí sé es que ahora
tengo las cosas más claras. Y mi relación con el otro es más fluida, más
cercana. Más solidaria.